El molino: centro de interpretación Ramón J. Sender en Alcolea de Cinca ( Huesca )

Al final hace X fines de semana hicimos un hueco con Enri y nos bajamos con su fragoneta a Alcolea de Cinca. La excusa era la exposición sobre la historia de la Escritura - se acababa - y el transfondo el molino de Alcolea de Cinca.

Me parecía saber donde estaba, pero como la acequia molinar está tapada, no existía esa ayuda romántica para localizarlo. No se gastaron mucho en la ubicación: al lado de la iglesia, en los lindes del pueblo, junto a los huertos y a buena distancia del río. Ahora con la rehabilitación han dejado una pequeña plazuela con bancos y algún que otro accionamiento de las tajaderas, que queda bastante "curioso". Si cojemos un camino a la izquierda de la entrada, bajaremos hasta la acequia y podremos dar una vuelta bastante interesante. La disposición de la acequia hace que salga el agua por tres sobrecederos, en el caso de que el molino no funcione, que hacen un rincón muy interesante, cayendo el agua desde varios metros de altura. Luego continua la acequia -junto a los huertos - para riegos y otros usos que desconozco. Si la sigues tienes una vista de un rodezno. A mi opinión sería interesante que cerraran de obra la salida, con el fin de poder ver los rodeznos aunque fuera en la distancia. Tiene dos salidas grandes - dos piedras - y una pequeña que desconozco la utilidad.



Si sigues por el camino dando la vuelta al molino, han colocado empotradas en la pared dos piedras de molino de las naturales ( osea de piedras naturales cortadas y empalmadas y no de piedras artificiales tipo Laferté )

Han reformado el molino como un centro multiusos, y hay una sala en la planta calle que es donde estaba la exposición sobre la escritura. En ese nivel hacía un calor del copón, la moda de las cristaleras y de cerrarlo todo que tienen los arquitectos. La expo era un poco floja, y además era como un slalom de sillas, mesas y que me se yo de trastes. Me decepcionó un poco, me esperaba algo más trabajado.

El piso inferior es la ubicación del molino. Han instalado unos cristales en el suelo de la entrada que permiten tener una visión en planta del mismo. Es una digna restauración, aunque se veían en algunas máquinas de madera restos de serrín. Me gustó la idea de pintar en las paredes imagenes del molino con sus partes, y los colores eran muy agradables. Tiene un sistema de recogida de harinas muy curioso.

Al dar la vuelta al edificio me llamó poderosamente la existencia de un cubículo con la no desdeñable cifra de nueve aparatos de aire acondicionado !. Y me pregunto yo: En esta época del desarrollo sostenible y esas mariconadas ¿ quien puede mantener semejante consumo ?. El antiguo molinero no pasaría tanto calor sin aire acondicionado...


Decía Javier Garcia, profesor de Electrónica en los Salesianos; que no sólo hay que serlo, sino parecerlo. Evidentemente la frase no era suya, pero me ha venido a la cabeza al pensar en la cantidad de dinero que se habían gastado en " el molino" y lo poco que les había quedado para mantenerlo, publicitarlo, e incluso - es un vaticinio - evitar que se vuelva a caer. Gastamos en este "santo" país en cosas, para después abandonarlas y no tener ni la decencia de hacerles propaganda. Un ejemplo es el Museo de la Electricidad de Lafortunada, antes lo buscabas en internet y tenían una página de propaganda y de información. Pero actualmente la página no aparece, y me han dicho que el dominio está en venta. Además hay elementos - la última vez que estuve - que están averiados y llevan así tiempo. Reconozco que mantener las cosas es más caro y más difícil que hacerlas, pero hay que tenerlo en cuenta, no solo inaugurar !.

Me da la sensación - a veces - de no ser lo suficientemente positivo y ser más negativo. ¿ Es posible ?, ¿ Debería ser menos crítico ?.