lunes, 23 de mayo de 2011

Los retrasos, las panorámicas, Loarre y el Canfranc.


El otro día un profesor de la "uni" me dijo que un libro no es tal sin algún error. Yo, siguiendo sus palabras, digo que mi previsión de publicar un post -al menos- los días 19 de cada mes es una norma y, por tanto, se debe incumplir. Y me quedo tan bien. Total unos días de retraso, para lo que me pagan...


Hacía x que no apegaba unas fotos y me apetecía. Las tenía en el escritorio desde hace bastante tiempo; aún hacía frío.
Subimos un precioso atardecer a Loarre y nos sorprendió la nueva carretera -hacía, también, bastante tiempo que no me acercaba- y allí disfrutamos de una tranquila vista. Teníamos una tormenta a cada lado y las nubes eran bastante fotogénicas, la pila acabada en la cámara "buena" después de una jornada fotográfica por las montañas y, al final, la pequeña Canon que resolvió la situación.


Subí con unos compañeros, tras largos años sin montarme, en el Canfranero. Aún me acuerdo de aquellos viajes tirados por el suelo con las mochilas, con las puertas abiertas y disfrutando del aire en la cara -sin carbonilla que uno todavía es joven...-. Salimos de Ayerbe y pensaba que aquello estaba abandonado, pero...afortunadamente un simpático factor nos proporcionó unos billetes.


Llegamos a Canfranc tras un pic-nic en el propio vagón -la cosa no da para mucho con las dimensiones del actual tren-. Fue un viaje diferente, lo veía todo con otros ojos; quizás un poco críticos, o puede que un poco tristes. El día no había comenzado casi y ya estaba rumiando, observandolo todo, haciendo un balance de lo nuevo y lo viejo, analizando cómo había cambiado todo en unos pocos años.


La estación, en su estado actual, no es demasiado acogedora. Todo desvencijado, el ex-magnífico hall lleno -literalmente- de mierdas de perro, ventanas rotas y por romper. Los aledaños no están demasiado diferentes; las playas de vías tapadas con tierra en el lado francés y putrefactos vagones dando un logrado toque de abandono al ambiente. El almacén donde, supuestamente, deberían estar guardados los antiguos vagones es...dantesco. Todos destrozados, "simpáticamente" decorados por los grafiteros, llenos de basuras y cristales rotos. Un verdadero espectáculo de la destrucción y el abandono.


Sentí pena y asco -a partes iguales- por todos aquellos que no verán la estación como fue y por los desalmados que habían destrozado todo aquello para...¿para qué?, ¿Para poder sentir su vanidad completada el día que alguno publique en algún periódico sus pintadas?, o para ¿ver subir las acciones de las empresas fabricantes de pinturas de spray?.


Hice alguna imagen con la secreta idea de poner a parir a RENFE -curioso nombrecito que nos hacían aprender, entre otros, en la escuela-.


Pero me acordé de ADIF y también de las transferencias, de las comunidades autónomas, el descontrol patrio y se me amontonó la faena de cagarme en la madre de los responsables de todo aquel desaguisado. Es lo que hay, cualquier día, tengo que transferir el blog también...


Al final, unas imágenes del "museo", y de lo que pudo ser y nunca será, completan el post intentando sacar algo bello de tanta basura y abandono.

He montado otra panorámica y me parece "mejor" que la anterior y la he puesto arriba. Estaba tomada con fotos verticales y ha dado mejor ambiente -creo-.