miércoles, 30 de julio de 2014

Velillas y la Ermita de San Bartolomé



Pasa el tiempo, lo se.
No pretendo ignorar que hace mucho tiempo que no escribo aquí.
Miro el blog de vez en cuando, con nostalgia, cual libro olvidado en un anaquel. El tiempo no se ha detenido, sigue -afortunadamente- aunque no encuentra uno ese momento para divagar...
[Que buenos los puntos "suspensorios"]

...

Cada vez que pasaba últimamente por la autovía de Huesca me fijaba en un cerro o saso en el que se adivinan unos vestigios de antiguas construcciones. Nunca encontraba el momento adecuado para acercarme y un buen día, justo con la mediodada, con un calor del carallo, junto a la parienta nos pusimos a investigar la forma de subir hasta allí.



Rodeando el cerro por los caminos llegamos a un campo lleno de nuevos olivos e importantes agujeros y desde allí pensamos en ascender al objetivo fijado. Los fefets cantan alegremente, las gotas de sudor caen a chorro y las "simpaticas" espigas nos recuerdan, -o mejor dicho- me recuerdan, que no pensaba hacer el jabalí por el monte con mis magníficos pantalones cortos esta jornada.



Se acerca la cima del saso y la cosa no mejora. Toda la superficie del mismo está cubierta de más hierba y más "espiguitas". Uno que es curioso le apetecía recorrer la altiplanicie con la insana idea de encontrar el "verdadero" acceso para otra vez, pero estaba todo en perdición.



Volviendo a la Ermita, que de eso se trata la excursión, constatamos infortunadamente que la muy desgraciada está agonizante y lista para su viaje final. Los arcos que otrora guarnecieran a los ermitaños de Velillas -cuyo patrón es San Bartolome-, están muy deteriorados y algunas piedras amenazan con dejarse llevar por la fuerza de la gravedad y caer.



Desconozco los años que lleva esta Ermita abandonada. El mapa de Huesca del IGN de 1935 la ubica e incluye unos puntitos que señalizan su acceso por un sendero desde la carretera al norte del cerro. He mirado a Cardús, el incansable rondador altoaragonés, y no he encontrado -no quiere decir que no tenga- ningún artículo sobre la misma.




Por otro lado es totalmente comprensible que los 59 habitantes que en 1999 habitaban en la población sean incapaces de mantenerla y "tan solo" guarden los recuerdos de aquellos días de romería en tan singular enclavamiento.


El pueblo que se adivina en la imperfecta panorámica es Angués.


Aprovecho para hacer una panorámica con unas nubes y despedirme, pues algún día al pasar por la autovía ya no será mas que un triste monton de piedras...


Artículo de Ingacio Almudevar sobre Velillas 1
Artículo de Ignacio Almudevar sobre Velillas 2
Artículo de Alfonso Zapater y Manuel Tomé Bosqued sobre Velillas

Fefet es el nombre oscense de la cigarra.