lunes, 22 de febrero de 2010

El saso de Terreu


Siempre - o casi siempre - el género humano desconoce lo más próximo, complica lo sencillo y no es capaz de aprovechar la vida, efímero invento que desperdicia hábilmente. A veces disfrutamos de una segunda o tercera o x oportunidad de enmendallo y, si somos capaces, podemos intentar enderezar el camino y llegar a algún lado. Es un tren que no tiene horario, hoy pasa pero mañana no se sabe...



Monegros es una de tantas asignaturas pendientes y entre paseo y paseo disfrutando atardeceres me llamó la atención Terreu; tan cerca y tan lejos a la vez. Su perfil sugerente, entrecortado, cual figura humana, proa de barco inmensa. Había estado con la bici hace años, volví recientemente, pero no había caminado allí, ni conocía nada. Hace x descubrí la palabra saso, la utilizaba pero realmente no era consciente de su significado.



Saso: ( según el DRAE ), ( Del latín saxum, piedra ), en Aragón, Navarra y Rioja. Terreno pedregoso y seco.
[ Según Joaquín, que me iluminó, pero dicho con mis palabras; es un tozal, en su parte alta conserva la superficie intacta, y la erosión lo ha dejado cual isla separado del resto, normalmente - en Monegros - de arenisca, al más puro estilo de Berbegal...][ La panorámica y la imagen del Colorado son bastante ilustrativas, más que mi definición...]

Terreu ultimamente me llamaba y el otro día fui - con bastante mala suerte por cierto, pues se jodió el coche...-, y le contesté, acudí a su solicitud.

El atardecer era frio, solitario, tranquilo, las ovejas recogiendose, los pastores gritando a sus escandalosos perros, el polvo que se mueve tranquilo - sin prisa - en la noche, la grúa que no llega, algún amigo que nos rescata, un vaso de leche caliente, unas galletas, y al final todo se queda en el recuerdo, un "bonito" recuerdo. [ todo fue bien, a excepción del "problemilla" con el coche. ]

Un día más en la vida. Un día donde un anónimo pastor se ofreció para ayudarnos, de manera generosa, para solucionar nuestros problemas. Un gesto que te recuerda las buenas cosas que tiene el género humano y lo fácil que es ponerlas en práctica cuando queremos.

Las luces de la gran ciudad, en la distancia, nos guían como faros en la noche, en nuestra agradable soledad, en nuestra particular "perdida" en la que nos encontramos. Quizás algún desconocido nos está mirando desde el otro lado , y verá su particular atardecer recortado, seguro, con nuestras siluetas. Terreu atraerá su vista, y le llamará como a mí... quizás emprenda un nuevo viaje, quien sabe...


Espero que pueda volver y el coche no se ponga, de nuevo, simpático...

domingo, 21 de febrero de 2010

El parque jurásico, las panorámicas y los atardeceres


Dani, un día, con el fin de recomendarme itinerarios para correr, me explico unas rutas, las que habitualmente hacía, y entre ellas estaba la familiarmente llamada "parque jurásico". Al comienzo de mis experiencias en el gremio la consideraba muy dura - lo es - y la hacía en un sentido que yo creía más liviano, y la repetí algunas veces - no es recomendable en el verano pues está toda llena de simpáticas espigas -.



Pasó el tiempo y seguía siendo sacrificada. Pero algo había cambiado, pues la repetía en el sentido "más duro" y me gustaba, pues disfrutaba en esos toboganes y subidas. Alguna tarde, con la magnífica luz del atardecer entrecortada por los sasos de Terreu, disfrutaba doblemente al recorrer sus olivos, y sus carrascas, cual dinosaurio - mediterraneo - perdido entre ellos, iluminado por la luz rojiza. Con mis ojos encuadraba diferentes entornos para una panorámica pero no encontraba lo que buscaba.



El otro día, incrementando las posibilidades de la ruta, descubrí un nuevo tozal, un nuevo enfoque donde poner mi vista y donde hacer una nueva panorámica, y esta si que era la que yo buscaba...Como no llevaba la cámara y tampoco era el momento, lo dejé para una nueva visita. El otro día, paseando, tuve la oportunidad de hacerla, de plasmar ese enfoque en una nueva panorámica, y me gustó. Ahora, delante del ordenador, juego con diferentes enfoques y nuevos puntos de vista. La felicidad no está en hacerla, está en el camino, en el destino, en la compañía, en todo, sólo hay que saber verla...

sábado, 6 de febrero de 2010

Tempus fugit, o los epigramas de Marcial.



El otro día estaba leyendo el periódico mientras me tomaba un café, maridaje que me satisface sobremanera, y en la contraportada encontré un breve artículo que me gustó. Irene Vallejo del Heraldo comentaba en sus consideraciones citas y razonamientos de Séneca y Marcial - que por cierto nació en Calatayud, o Bilbilis, me da lo mismo - y tenían unas cabezas - o cabezicas, como dirían por aquellos lares - privilegiadas. La ventaja de los que piensan, actividad en desuso en estas épocas, es que llegan a conclusiones, pueden corregir los errores y mejorar. El género humano tiene esa facultad y hay muchos que no la emplean, y lo más curioso es que tampoco los ves demasiado preocupados, no sabría decir si es bueno o malo, supongo que cada uno ve las cosas desde su lado, y - como dirían los cristianos - Dios de la de todos...

Para evitar mis subjetivas opiniones y que cada uno saque las suyas, si lo cree conveniente, pongo el artículo...

Reflexionando sobre las consideraciones anteriores, y poniendo en práctica las ideas que me surgieron, con mis compañeros de curro nos fuimos a esquiar a Piau. Como la cosa no estaba clara almorzamos en Parzán para evitar una posible espera en algún lado - con la tripa llena se piensa mejor - y nos fuimos carretera arriba. El tramo que limpia el consorcio estaba razonablemente bien, si descontamos la mierda malecones que tienen nuestros vecinos galos, pero una vez en el cruce, la cosa se complicaba un pelín, el palmo de nieve caído durante la noche, el frío reinante - aprox. -12 ºC -, y la falta de limpieza de la carretera nos obligaron a subir con bastante cuidado. La carretera de Piau adolece de los mismos defectos que la "general" y los malecones brillan por su ausencia. [ son unos rancios de cojones estos galos...]

Una vez pasada la carretera, y un apretoncillo con un autobús, llegamos sin novedad al parking. El día sacaba una pinta que te cagas, un palmo de nieve virgen, ni una nube por ningún lado, cuatro gatos en las pistas, y el primer día. Salimos tranquilos pero duró poco, a la primera oportunidad comenzamos a labrar todo lo que se ponía por delante y fue bastante...

Al cabo de x nos entró la sed y paramos un rato, nos enfriamos, y salimos tranquilos - en teoría - para calentar, lástima que se nos olvidara en la primera curva...



Terminamos descojonados, pero absolutamente satisfechos de un día excepcional, un primer día de temporada cojonudo. Salimos rápidamente rumbo a España para comer-merendar y terminar un magnífico día de esquí.

Como decía Marcial en sus epigramas: "Siempre estás diciendo que mañana vivirás; pero dime; ¿ cuándo va a llegar este "mañana"? ¿ Está muy lejos ? ¿ Dónde ? ¿ De dónde hay que traerlo ? ¿ Por cuánto puede comprarse ? ¿ Vivirás mañana ? Ya es demasiado demorarse vivir hoy. ¿ Sabes quién es sabio ? Quien vivió ya ayer".

Yo hace tiempo que intento poner en práctica estas máximas, y cada día intento aplicarlas más, "tempus fugit", o como dirían los clásicos: "el tiempo se va como el agua en una cesta...". A disfrutar hermanos...