martes, 21 de julio de 2009

John Bachar; ha caído un mito.


Imagen sacada de Climbing.com

Curioseando esta mañana una página de montaña me he quedado de piedra; ! John Bachar ha muerto ¡. Leyendo me entero que lo encontraron en unas paredes, de su California Natal, cerca de su casa. Como no podía ser de otra manera estaba haciendo una vía en free solo - osea sin cuerda - como había hecho toda su vida; una vida en el filo.

Me ha faltado tiempo para coger el libro "Escaladas en Yosemite" de GeorgeMeyers, auténtica inspiración para los escaladores de varias décadas con aquellas hippies imágenes de Jim Brindwell - y secuaces - y aquellos muros interminables. En aquellos tiempos sin internet, clásicos como "Hielo, nieve y roca" de Gaston Rebufatt servían para ver lejanas paredes donde imaginar increibles escaladas.

Allí entre sus páginas he recordado viejos momentos, amigos que ya no están y la romántica inspiración de muchas salidas montañero-escaladoras. He recordado también otros escaladores que ya nos dejaron; El binacetense Pepe Chaverri - un auténtico encanto de persona -, Lorenzo Ortiz - increible verlo trepar -, y más internacionales como Wolfgang Gullich - en un accidente de tráfico -, el increible Renatto Casarotto - aún me acuerdo de cuando estuvo en Huesca y en Riglos - y un largo etcétera. Todos ellos - casi todos - murieron haciendo lo que más les gustaba: escalar.

He consultado varias páginas en internet: 1 2 y me he enterado de que hace varios años Bachar tuvo un accidente de coche y falleció su socio en la empresa que tenía. Se había responsabilizado de su fallecimiento y si vivía era por su hijo Tyrus. En el accidente se rompió varias vértebras y estuvo varios años jodido.

Me vienen a la cabeza escaladas haciendo el a-normal, evocando su espíritu en algún que otro paso complicadillo - pañuelo en ristre - y resoplar pensando en su imagen y en lo bien que escalaba, lo majo que estaba en las fotos, y lo mal que lo pasábamos nosotros en aquellos pasos que el subiría sin cuerda ni hostias.

Me jode pensar que ya no está, es una sensación triste, me recuerda cuando murió Miles Davis; me dió la sensación que había perdido algo, una parte de mis recuerdos, un trompetista que me daba la espalda en aquel concierto y me emocionaba con sus sonidos, y un sinfín de sensaciones. Recordar su Human nature me estremece, es sobrehumano; como John. Subido por esas paredes, arriesgando su vida, sin importarle nada ni nadie, enganchado por su forma de vida y su afición.

En el lugar en el que esté supongo que buscará alguna pared para poder subirla y desde ella seguir disfrutando. Y sin querer podrá inspirar y llenar de ilusiones a todos aquellos que lo vean y disfruten con su hazañas. Creo que siempre estará en mi memoria. Descansa en paz, y sigue ilusionando a todos los escaladores con la memoria de tus escaladas...

He visto esta frase y me ha gustado. Creo que sin el matiz del free-solo es lo que me gusta de la escalada: paz, equilibrio, relajación y una componente estética. Siempre digo y pienso que la escalada es como bailar; - sin mariconadas, porque bailar no me gusta - si sabes moverte, es un auténtico placer. Aunque eso se dice cuando no estás pillado...

" Un consejo que doy a las personas que practican la escalada en "free solo" es que no traten de agarrarse con demasiada fuerza a la roca. Esta tensión no es necesaria. La escalada en solitario debe ser una actividad pacifista. De relajación", John Bachar (1957-2009).

Sacado de la entrevista de Desnivel del número 14 de agosto del 84.

Nota:

Buscando el anuncio de Boreal, mirando viejos desniveles, lo he encontrado y justamente en ese número - el 14 - le hacían una entrevista. Tiene huevos, seguro que lo busco una década y no tengo c. a encontrarlo sin mirar el índice. Voy a poner ese anuncio por que es una caña. Siempre me ha impresionado esa fotografía; cogido con una mano en un leve resalte, los pies en poca cosa y con unos pantalones como cualquier colegial: increíble.

Imagen sacada de la Revista Desnivel, número 14, Agosto del 84.

Me vienen a la cabeza recuerdos con Julius haciendo el a-normal subidos por paredes, piedras de conglomerado, muros de ladrillos, sin cuerda, intentando hacer aquellos pasos de escalada del desnivel - de Finuco y secuaces - que no nos salían; - bueno a Julius si -. A lo tonto hace x años...Tiene huevos !.

Creo que a este recuerdo emocionado de John le vendría bien un poco de Jethro Tull, un grupo de su época - que también nos inspiró - y le pegaba mucho. La canción es White innocence, del LP Catfish Rising.


videos para babear un rato:

Bachar solos Crack a Go Go


John Bachar solo leave it To Beaver

sábado, 18 de julio de 2009

Festivales de Ainsa / Dios salve a la reina


El festival de música de Ainsa ha cambiado su orientación...musical. A mí gusto era más interesante antes, aunque ahora, con semejante mezcolanza, es dificil que algún grupo no te llame la atención.

Gracias a Dani pude asistir a Dios Salve a la Reina, un grupo argentino que escenifican canciones de Queen disfrazados como los componentes originales. Pablo Padin es la persona que encarna a Freddy Mercury, y su parecido es manifiesto incluso a las 7 de la mañana que me los he encontrado desayunando - o al final de la noche - en el Bar Sánchez. Pablo o Freddy tiene una voz muy buena y da el pego con sus gestos y movimientos. La melena del guitarrista emulando a Brian May - una peluca despeinada - es más criticable aunque su habilidad lo compensa. El bajo es normal y el batería no me gustó demasiado.

Decir que los técnicos de sonido penalizaron - como muchas otras veces - el sonido con un deficiente tratamiento de la bateria - entre otras cosas -. Co
n todo y con eso: muy recomendables y emocionantes al interpretar canciones como: The show must go on o Who wants to live forever.

La peña estaba un poco tibia aunque la temperatura era sorprendentemente alta. Yo me había puesto los pantalones largos porque alguna vez toca pelar palomos en aquellas gradas y la verdad es que no eran necesarios.


Me apetecía dormir en el monte y me traje una hamaca que tengo con la intención de ponerla entre dos árboles y no pude encontrallos. Al final en un campo recién cosechado, junto a la cruz cubierta, puse mi lomera a descansar.

La cruz cubierta, imagen sacada de la página sobrarbenses. com

Me apetecía vivaquear, tener el cielo estrellado y la via láctea de techo. Las tormentas en el alto Pirineo ponían un poco de luz a la noche. Como estaba cansado, y los mosquitos no tocaron demasiado los huevos, rápidamente estaba clapando. El amanecer con la luna y un bonito cielo ha sido muy reconfortante, con la Peña Montañesa de fondo, y he podido ver - con luz natural - la magnífica verja de la cruz cubierta y leer el cartelito de marras donde explica su historia.


Una agradable noche acompañado de mi compañero Alfredo, su mujer, y sus amigos-músicos de Ainsa
.

viernes, 17 de julio de 2009

La Palma, la isla bonita ( II )


Siguiendo con los prolegómenos del curso, intentando aprovechar mi breve tiempo libre previo, alquilo un vehículo a motor para recorrer un poco la isla. Me sugieren un Astra de 3 puertas. Parezco un pasti, solo me falta un poco de bacalao y una mano de pintura un pelo hortera. Es de gasolina y se me hace raro.

Intentaba hacer una fotografía de Santa Cruz desde lo alto pero hay pocas paradas en los laterales de las carreteras y tampoco era plan de hacer el canelo. Encima de SC hay una cortada salvaje que poco a poco termina en un bosque – cuasi selva – donde se paran todas las nubes. Al final he encontrado un mirador – Santa Margarita -.

He subido hasta un túnel que da acceso al El Paso, pueblo donde está uno de los centros de visitantes del parque de la Caldera de Taburiente. Allí me han dado un número para poder subir con mi vehículo a la colladita, mirador desde el cual parten varias excursiones para ver la caldera.


Como no tenía ni rumbo ni idea del lugar, leyendo una guía, me he planteado subir a un pico, el Bejenado 1854 m. - que yo convertí en Berenjeno -, tapado por una nube, pero supuestamente la vista mejor de la caldera. El sendero es endemoniado, empinado y cubierto de picón – piedra pómez volcánica – y te pones como un cristo de tierra. Hay que tener cuidado pues un resbalón es poco recomendable.


He subido a varios miradores que hay por el camino y el ambiente es muy aéreo, laderas con vertiginosas caídas hacia el interior y un cresterío cubierto de nubes que contrasta con las que están en el escalón inferior. Cosas de las temperaturas y de la meteorología.


Una vez en la cima me he dirigido hacia un espolón rocoso que tenía a sus pies la entrada de la caldera. Allí parado, disfrutando de un silencio de otro mundo, he comido un poco y se me ha ocurrido tirar unas galletas al suelo. A los pocos instantes han comenzado a llegar varios lagartos de un tamaño pequeño, se han comido las galletas y han relamido las piedras que tenían algún trocito de chocolate. Visto el éxito me he puesto a retratarlos, pero al poco han llegado sus padres/madres y la cosa empezaba a preocuparme porsi venía algún otro pariente mayor… No parecía importarles mucho mi presencia y se pegaban por coger los trozos que les estaba tirando. Lo que hace el hambre...


He cambiado de lado para intentar una panorámica pero había unas nubes tocahuevos que no me dejaban completarla y me he tenido que quedar con las ganas. Otra buena excusa para volver…

Cuando estaba bajando me he dado cuenta – todavía más – de la seriedad de la senda. Bajando se ven las cosas de otro modo. También hay que decir que me había traído unas zapatillas de trekking y estaban en el hotel… Las zapatillas tipo verano y el picón traicionero eran una combinación que no me ilusionaba demasiado pero, tranquilamente y con mucha vista, bajé con tan sólo un pequeño resbalón – sin culazo -.

Tomando un café con los pies llenos de tierra volcánica y churretones como los crios... ( de eso me di cuenta después...)

Desde allí me dirigí hacia los Llanos de Aridane, capital económica de la isla, donde se encuentran la mayoría de las plantaciones de plátanos de la isla. Es una ciudad bastante más moderna que Santa Cruz o por lo menos no he visto las casas viejas. Algunos laureleros de indias dan su espesa sombra a bares y bancos.

Desde allí mi idea era subir por el lateral oeste de la isla al Roque de los Muchachos. La carretera tiene una parada obligatoria – casi la única posible c on vista digna – en un mirador junto a un bar: El Time.


Más de 600 metros de caída vertical sobre el barranco de las Angustias – puerta de entrada pedestre de la caldera – espesamente cubierto de plantaciones de plátanos y curiosas redes de tuberías que suben el agua a depósitos situados en lo alto de las plantaciones.

Las carreteras de la Isla están bien de firme, pero son muy reviradas y empinadas. La carretera de acceso, por lado oeste, al Roque está plagada de cerradas “paellas”.

La isla es una sucesión de carreteras de montaña que no tienen nada que envidiar a cualquier puerto de la península . Rápidamente ganas altura y te sitúas por encima de las nubes, y la vegetación – pinar mayormente – va perdiendo unidades a la misma velocidad que ganas altura. El oxígeno puede plantear problemillas puesto que subes, en media hora, a casi a 2600 metros de altura.


Las cúpulas comienzan a divisarse en el horizonte y los codesos – versión isleña de las aliagas – con sus flores amarillas lo cubren todo. El ambiente se ve interrumpido por dos parábolas de espejo – los Magic – que con su reflejo desconciertan al visitante.

Un poco más arriba podemos ver la caldera desde el borde superior a unos 2450 metros de altura, allí la sombra del Roque al atardecer me provocaba algunas dificultades fotográficas y allí me senté a disfrutar de la vista y ver atardecer.


Es muy difícil describir con palabras las sensaciones – entre ellas el puto aire – que sientes allí arriba. Ahora se me ha ocurrido – recordando una entrevista a Edurne Pasaban – que podría describirlo parafraseandola como “un lugar donde me encuentro en libertad”, donde pasa el tiempo sin darte cuenta, y podrías estar allí años.

Un poco de luz y tierra para Paquita...

La belleza te embota y pierdes las nociones de altura, frío, calor y tiempo. Un lugar para volver y disfrutar de otro atardecer y a ser posible dormir allí y ver el amanecer – que debe ser la hostia - con la isla de Tenerife y el Teide de fondo.


Cuando pude satisfacer el gusto de mal fotógrafo y aprovechar la paliza de portear el puto trípode me subí más arriba. Allí tuve la oportunidad de ver como giraban la cúpula y abrían la trampilla del telescopio Isaac Newton. Fue algo increíble que unido al mar de nubes, los colores de los alrededores, y la vista del mar a más de dos km . de profundidad me dejó con la boca abierta.

Se hacía de noche – más – y subí hasta un pico lleno de antenas, desde allí se divisaban más telescopios: El Herschel, el GTC, refulgiendo al sol del atardecer como los escudos de bronce de aguerridos guerreros griegos listos para la batalla. ( Es una reminiscencia del libro que me he leído en este viaje ).



Las condiciones lumínicas y el hostión por el lado de la caldera recomendaban una retirada rápida y efectiva sin vuelos gratuitos. Cuando llegué al coche no se veía ni para escupir – suerte a la luna que estaba medio creciente -.

La bajada estuvo amenizada por el paso de mogollón de gazapos y otros animalitos – pájaros incluidos – y los 35 km. que separan la cima de Santa Cruz se hicieron muy entretenidos. Bajaba enchufado, hambriento y no había en los 30 primeros km. ningún lugar donde poder para dignamente – o no lo vi -. En cualquier caso baje de una tirada y mareado como una peonza llegué – sano y salvo – a la costa. La carretera es menos dura por este lado, pero para joderla...

domingo, 12 de julio de 2009

El verano que todo calienta...

Musica recomendada para el post: Your Painted Smile - Bryan Ferry & Roxy Music ( por aquello de ponernos románticos, recordar los ochenta, porque es buena y el video se puede cantar )

El comienzo de la tarde había sido un poco peligroso - amenazados - por los camareros locales, con el serio riesgo de morir ahogados. Una explosión de un zurito de cerveza, y las inundaciones cerveceras en mesas cercanas nos habían puesto en ambiente y la sulfatada - de cerveza - nos había dado el apresto de un día de fiestas. Temíamos el tercer encuentro con un camarero...


Como cada finde surge la pregunta; ¿ dónde cenar ?. La oferta del Villorrio es repetitiva, pobre y experimentalmente nos decidimos a marchar al pueblo vecino. Es triste tener que moverse para poder disfrutar de un garito digno donde poder cenar en un lugar de un tamaño como el V. La experiencia es buena y cenamos muy bien - demasiado a mí opinión - y bien de precio. Podrían tomar nota algunos restauradores locales...

Una vez en el Villorrio recordaba sentado en una terraza cualquiera, con un elixir digestivo entre las manos, mi poca experiencia terracera. Entre comentario y sandez alucinabamos - como debían hacer ellos - con la población del V. . Por si fuera poco un cercano antro de celebraciones incrementaba la población a criticar con especímenes foraneos; El V. da mucho de si y algunos habitantes mucho más...

Realmente el género humano no puede pasar sin criticar a sus congéneres, bien sea en la TV, en la calle o donde quiera que se encuentre. Aunque - como somos animales - vuelve siempre a sus orígenes y los clásicos son los mas requeridos. Los apodos de algunos son bastante ilustrativos y no dejan lugar a dudas de sus habilidades.

Una segunda ronda de digestivos nos prepara para el postre de la noche: un grupo de "jóvenes" que jamón, sartenes y parrilla en mano, vienen a las tres de la mañana de un lugar indeterminado. El guía no tiene desperdicio, y tenemos cuidado de no encender una cerilla cerca porque tiene una carga de alcohol mediana y podría ser peligroso. Han escogido al taxista con más glamour del pueblo, cuando pase él no se encontrarán a la rabosa...

Paseamos por el pueblo con el "casette" a todo gas disfrutando de la noche, como quinceañeros, y alucinando de la poca peña que hay para ser sábado - el Villorrio está acabado -. Nos detenemos en uno de los lugares más glamourosos del V.: bragas-cortas - el apodo lo dice todo -. Allí hay una actividad y un trasiego importante. Varios especímenes humanos, de sexo variado, descansan en el pretil de una casa. Ya lo dice la paremiología popular: " Dios los cría y ellos se juntan".

Una vez en el sobre esperando la brisa que no llega, la noche avanza, los últimos trasnochadores recogen, un niño que llora, voces acunándolo. La pareja que se encuentra en la noche; un suave roce, un gesto, el calor que todo pega, palabras, movimientos,... y surge la ocasión. Allí los dos juntos, sudorosos, aprovechan ese contacto para entretenerse un rato y con sus gemidos poner un poco de música a la ciudad y la noche. De pronto todo se acaba y sus voces se apagan; sigue la noche en el Villorrio.

jueves, 9 de julio de 2009

La Palma, la isla bonita ( I )


Siempre he tenido la ilusión de conocer un Observatorio Astronómico por dentro, todas sus partes, estructuras, la cúpula, los diferentes telescopios, y toda la parafernalia que llevan consigo. Además como suelen estar ubicados en lugares estratégicos, se une la belleza de las vistas, los parajes, e incluso el contraste de las estructuras metálicas con el medio ambiente.

Como estuve de vacaciones pagadas por el Ministerio de Defensa – hace ya unos años – en las Canarias y entonces mi presupuesto para viajes era menor no tuve la oportunidad de conocer más que la isla de Tenerife. Siempre había sido una espinita y hace unos años me planteé, al más puro estilo montañero, conocerlas todas y poder disfrutar de ellas tranquilamente y sin escopeta.


El IAC - Instituto de Astrofísica de Canarias - organiza jornadas de puertas abiertas y es posible visitar sus observatorios y entre ellos el más relevante: El Roque de los Muchachos en la isla de La Palma. Era una idea ir, pero nunca me había planteado con seriedad el viaje. Este año al mirar los cursos de verano de la UNED, y como los de Barbate no me hacían tilín, pensé en escampar a algún lugar más apartado y con diferentes costumbres gastronómicas. Mirando encontré un curso de Astronomía desde un lugar privilegiado – La Palma – y en teoría incluía una visita al Observatorio de Roque de los muchachos. En cualquier caso, la idea es acercarse, reconocer el terreno, y disfrutar. Cuando vuelva ya veremos si ha cumplido mis expectativas o debo repetir…

20090627

Los desplazamientos desde el Villorrio. Sorprendentemente no me ha tenido que llevar nadie ni a Z., ni a L.: he salido del Villorrio como en las películas. El tren era un regional y no me acordaba de lo duros e incómodos que son los asientos. El trayecto por los Monegros me ha resultado negativo al ver las desvencijadas, abandonadas y casi fuera de uso estaciones de tren. Enri disfrutaría de los hierros, retratando el paso del tiempo, y la tristeza que se respira en ellas. El paso del tiempo no perdona, es riguroso, duro, y castiga todas esas estructuras que se oxidan pacientemente.

La “graciosa” decoración de grafiteros y demás energúmenos, unida a la más pura acumulación de mierda – hablando en plata – en todos los lugares – incluyendo la “estación” de Grañen – revelan un paisaje, habitual para los que las frecuentan pero muy penoso para los viajeros ocasionales.
Contrasta marcadamente, al llegar a Delicias, con su estructura excepcional y megalomaníaca, sus modernidades, vidrios y demás mariconadas. Con tamaños equipamientos no pudieron señalizar el “transfer”; curioso invento que evita tengas que dar una vuelta turística por la estación.

He de reconocer que el otro día – aparentemente – me equivoqué al decir que a las 6,30 no había ningún antro para tomar café, pues abren a las 6,00. Perdón. Quisiera decir en mi descargo que aún hoy no lo veía abierto – aún tengo dudas de que el otro día lo estuviera – y me ha sido difícil ver la entrada de dicho antro. ( Hay un comedor anterior que lo tapa todo ). En fin.


Rumbo a todo trapo cara al foro, escuchando a Kate Rusby – muy recomendeibol – escribo estas lineas para iluminar mi viaje.


El hotel Auditorium que me he buscado para pernoctar es un escándalo, lleno de muebles antiguos, pinturas, vaciados de esculturas, bargueños, jarrones y unas dimensiones XXL. Además de ser el más grande de Europa – eso pone en la entrada -.

La cosa esta es del Barceló...

Me he tomado un baño en la piscina situada en una terraza del edificio. Se me han jodido las gafas de nadar y parecía que me había bebido una docena de cubatas dando bandazos por la piscina.
He salido para ventilarme, a lo largo de la vía de servicio de la A2, buscando un lugar para comer algo, y he localizado un antro. Decididamente los pepitos de ternera de Madrid no me gustan, cortan la ternera como si fueran leñadores. Ahora tumbado a la bartola en una cama acorde a las dimensiones del hotel, leyendo y escribiendo, para descansar un poco para mañana.

20090628

Me he levantado pronto, el avión sale a las 11 y este hotel tiene un servicio de transporte al aeropuerto que era lógico estuviera hasta el culo – como ha sido -. La T4 me gusta estéticamente – milagro que me guste algo -. Aparentemente es lógica, aunque la gestión de los flujos de peña a la entrada está mal parido, pero creo que más por las empresas que por la forma de construcción.


Las formas ondulantes y los colores dan paz a los sufridos usuarios y parece que está razonablemente utilizado el espacio ( o sea que la estructura además de aguantar el techo no jode el interior ).
Los accesos a Barajas podrían ser tema de varios libros de terror y se podría hablar largo y tendido. Visto desde el aire parece una madeja embolicada, unas vueltas psicopáticas que dan las autovías y carreteras de acceso para llegar.

Recomendable una fotografía panorámica de Fernando Ortega de la T4 retocada con Lightroom.
El viaje en avión ha sido correcto. La pista en la isla de La Palma es única y justilla, puedes joderle al aterrizar al señor José los plátanos, pero como te descuides con los frenos te los comes – los plátanos – en la playa. Están ampliando la Terminal, la antigua parece más una calle típica que un aeropuerto. Bien.

Al bajar del taxi el fuerte aroma a mar lo llena todo, el cielo levemente cubierto – no lloverá mañana me decía – y el mar azul oscuro con rayitas turquesa. Las rocas – todas aparentemente sólidas y pesadas – alternan sus colores con rayitas de escorias sulfurosas y amarillentos colores.

El hotel no es nada del otro jueves, pero no había otro que estuviera cerca y no necesitara coche. He salido a comer y he visto una arepería venezolana que me ha traído muy buenos recuerdos. Al final he parado en un bar regentado por cubanos: "La floridita". La pareja que están por la mañana son encantadores y nos han tratado culinariamente y personalmente de P.M. Allí he pedido un plato combinado al estilo cubano: Floridita; Arroz con frijoles – con una especia que el maricón no me ha dicho -, cochino, plátanos y ensalada de guarnición. Para postre un sabroso flan y en vez de café me he aplicado un mojito que sacaba muy buena pinta – y sabor -.

La Floridita era un bar de Cuba donde solía esta Hemingway – de eso me he enterado después -.
Luego siesta y aquí estoy pensando donde me voy ahora a la playa - menudos bolos – o a la montaña. Y en esa tesitura estoy. Creo que me voy a tumbar otro rato…

He logrado vencer el tedio y me “emperifollado” para el baño. La zona es poco romántica, pero el agua está cojonuda y las piedras – más bien bolos – permiten una práctica del baño digna.


Salgo totalmente relajado, y veo un barranco cañero cerca, ¿ será el del puente más largo de Europa ?, le pregunto a un habitante local y me dice que está a tomar por culo – media hora en coche -. Con la esperanza de secarme un poco me voy a mirar una especie de maqueta de la Santa María a tamaño natural.


Poco a poco, voy subiendo barranco arriba disfrutando de la vegetación local y del ambiente que se respira. El barranco de las Nieves, flanqueado por altas paredes volcánicas llenas de plantas crasas y de piedras. Otra cosa no, pero piedras…



En algunos agujeros, tipo geodas, los han habilitado para guardar el ganado o poner algunas plantas.
Al final se divisa una especie de estructuras en lo alto de la montaña, parecen un acueducto pero a esa altura…Como uno es curioso, ataviado con el bañador – al más puro estilo guiri – me lio a todo meter por el barranco.

Al final llego a una especie de circo con las estructuras en lo alto y un magnífico árbol – un drago – en su base. Unos tubos bajan dellas pero no se puede acceder. Sigo a través de un túnel hasta el valle vecino y allí alucino con el aprovechamiento del terreno; un campo de fútbol encima de un edificio. Le pregunto a un joven y me indica que las estructuras son antiguos molinos y se puede acceder mediante unas escaleras, y que incluso los edificios están habitados.

Subo las escaleras y la visión es increíble, una acequias dirigidas a unos regolfos en medio de ningún lado. Maldigo mi malaje – no llevo la cámara – pero solamente había salido a darme un bañito.
Al final acabo recorriendo todos los molinos hasta que la senda se dirige hacia la siguiente montañita. Es una autentica obra de artesanía e ingeniería. Desciendo por otra senda que se dirige hacia Santa Cruz. La ruta se llama; “senda de los molinos”.

miércoles, 8 de julio de 2009

Una vista nocturna del Roque de los Muchachos, Isla de La Palma



Subí una tarde al Roque de los Muchachos y allí perdí mucho líquido - babeando como un crio - con semejante atardecer. Probablemente sea de las cosas más bellas que he visto jamás; acelerado como una moto trucada, tirando imágenes - en el más estricto sentido de la palabra - y alucinando.

Las nubes moviéndose sobre el mar a x metros bajo mis pies, la brisa suave, el telescopio Isaac Newton - dos metros y medio de diámetro - abriendo para observar y girando la cúpula, el silencio, la soledad, y la noche que no llega.

A oscuras, levemente iluminado por la luna, recorro la arista con la naturaleza por un lado - la Caldera de Taburiente - y la tecnología por el otro - Los telescopios del Roque -.

¿ Vale la pena gastarse 100 mill. de euros en un telescopio ?, - preguntaba algún joven idealista -. Yo no lo sé, pero la vista desde arriba no se me olvidará jamás.


La panorámica me ha decepcionado y no he sabido - como siempre - plasmar toda aquella belleza. Ya lo decían los antiguos, josanfaciebat; todo está sin terminar...

Nota de más tarde:

He procesado las cuatro imágenes en Raw y si cambio un 10 % la luz de relleno de la más problemática ( solo en esa ) el amigo fotochof no la monta. Aún así he ganado un poco perdiendo en el cielo. Las imágenes estaban tomadas a ISO 100, f16 y 4 segundos.

El verano, las vacaciones, el calor y las faenas acumuladas...


Soy un golfo; lo reconozco. Me pierdo más que una 10-11 y encima me gusta. No me da tiempo casi de deshacer la maleta y ya la tengo que preparar de nuevo. Que otoño más jodido me espera, sin días de vacaciones y con ganas de turismo.

Como decía aquel gitano que enganchó un día con Guarné y a las dos horas le decía al jefe: " Ay siño Guarne deme vacaciones; ¡ que el cuerpo me pide torismo !". Eso me pasará a mí pidiendole al jefe las vacas del 2010.

Tengo pendientes los relatos de viajes y más viajes, y ya estamos pensando en marchar. Acumulo x fotografías casi sin mirar y solo hago que aumentar la lista. Juro por Snoopy que en agosto no me muevo de casa.

Voy a poner una panorámica de mí última salida: La plaza Borrero de Santa Cruz de La Palma. Cada noche cuando pasaba por allí pensaba en hacerla y al final la tuve que hacer el último día...
Espero que os guste.