Con está frase lapidaria, mi amigo Julius, sentenciaba la perdida de valores que había sufrido el Pirineo en estos últimos años. Habría mucho que decir sobre el tema y el tratamiento que se le ha dado desde los diferentes estamentos de este pais y de sus comunidades autónomas. Pero lo más evidente, es la degradación del mismo, o por lo menos de muchas zonas, y la construcción indiscriminada de viviendas y urbanizaciones en muchos sitios sin unos criterios de continuidad, buen gusto, calidad e incluso de legalidad. Pero algún día alguien analizando estos años, supongo yo, llegará a la conclusión de que hemos matado la gallina de los huevos de oro. No solo en el Pirineo, sino en todo el territorio español. Pero eso es otro tema...
Este finde he tenido la suerte de que me invitaran a pasarlo en una privilegiada vivienda ubicada en el Pirineo, en una zona que todavía conserva los valores que debería tener una zona de montaña, y que su propietario, con muy buen criterio, espera mantener. Otra cosa es que sus vecinos lo hagan...
La vivienda posee unas vista soberbias de la Alta Ribagorza y su enclave es magnífico. Nada, a excepción de algún jabalí excursionista, perturba la tranquilidad del entorno. Las luces de los pueblos vecinos, en la lejanía, iluminan cuales luciernágas el valle y nos permiten ver el cercano pico de Turbón y su canal de San Adrían. El cielo está cristalino y casi hace daño a la vista; Orión con su espada nos vigila atento. .
Este finde he tenido la suerte de que me invitaran a pasarlo en una privilegiada vivienda ubicada en el Pirineo, en una zona que todavía conserva los valores que debería tener una zona de montaña, y que su propietario, con muy buen criterio, espera mantener. Otra cosa es que sus vecinos lo hagan...
La vivienda posee unas vista soberbias de la Alta Ribagorza y su enclave es magnífico. Nada, a excepción de algún jabalí excursionista, perturba la tranquilidad del entorno. Las luces de los pueblos vecinos, en la lejanía, iluminan cuales luciernágas el valle y nos permiten ver el cercano pico de Turbón y su canal de San Adrían. El cielo está cristalino y casi hace daño a la vista; Orión con su espada nos vigila atento. .
La estación de esquí de Cerler y su nieve:
Aprovechando el sábado, ingenuos, intentamos subir a esquiar, desconocedores del puente de San Valero en Zaragoza. No cabía ni un alfiler en la estación y tuvieron que aparcar los más tardanos en la carretera de acceso. Menos mal que se nos ocurrió madrugar un poco. Estuvimos esquiando todo el día, y las pistas estaban bien, aunque la calidad de la nieve dista mucho de ser ideal. Aunque también podríamos hablar largo y tendido del tema. Yo opino que, en general, la calidad de la nieve actual, al ser de cañones, es infame. Pero no por la propia nieve, sino porque al cabo de un tiempo la pista se queda limpia de dicha nieve y sólo queda hielo. En los sitios que queda nieve, parece más sal o arena que nieve. Con el consiguiente riesgo para nuestras piernas. A todo esto si contamos que estamos en Enero !!!, ya es para alucinar. Cuando me viene alguién con la cancioncilla del magnifico estado de la nieve, sólo puedo preguntarle ¿ has esquiado con nieve natural alguna vez ?. .
Centenera ( La Ribagorza ):
A la bajada aprovechamos para visitar el pueblo de Centenera, su molino en restauración y el pozo Centenera. Este es un sondeo ubicado en la Ribagorza profunda, está abandonado y precintado, aunque mana agua. Normalmente, los años que llueve, es como una charca en medio de los pinos. En los 70-80 se hicieron sondeos: Centenera 1 y 2. He leído en algún sitio hasta la profundidad que llegaron, pero no lo encuentro. En Oliana llegaron a 2400 m. en 1956. Cuando lo encuentre ya lo pondré... Del molino también pondré alguna foto, pero cuando la encuentre. Según la enciclopedia aragonesa tuvo hasta 1980 19 habitantes y en 1991 aún tenía 4.
La Colomina ( Ribagorza - Isabena ):
Siguiendo la marcha nos fuimos a comer a La Colomina, una antigua casa o aldea según Ubieto Arteta, que perteneció a Roda ( de Isábena ) y probablemente fuera del linaje de los Colomina. El lugar es muy pintoresco y se come de fábula, no existe indicación, ni falta que hace. El menú lo hacen ellos y si estás de acuerdo, ya no hace falta pensar más. El vino de casa está razonablemente bueno , pero por si te sacan una botella de Montesierra. Menú: Jamón, Espárragos, tortilla de patata ( escandalosa ), sopa, langostinos ( superiores ), pollo y de postre longaniza ( excepcional ), luego te ofrecen varios dulces, almendras, vino de la casa ( tipo ponche ), café de puchero y licores. No digo el precio porque me parece escandaloso, en fin, no vayáis que luego se llena y no hay manera de comer…
