miércoles, 30 de septiembre de 2009

El Esera, el rafting, y tal y cual


Hacía x que no remaba, algunas costumbres - desgraciadamente - no se pueden seguir siempre que uno quiere. Hace días que digo que en verano subiré a remar al pantano, al atardecer, para que me jodan los mosquitos y así adelgazar un poco y renovar el flujo sanguíneo.

Es una pasada lo plano que se queda un pantano cuando cae el Sol, no hay viento, se queda como espejo, y puedes pasar con tu piragua dejando una estela muy chula, como cuando pasas por una pala de nieve virgen y dejas tu marca - o lo intentas -. Es igual de efímero y en tu lucha con remover la mínima cantidad de agua, y el mínimo ruído, pasas levemente entre los árboles y algún pato despistado salta asustado.


Remar relaja un huevo y sobre todo cuando vas sólo pensando en quien sabe que cosas, o mejor in albis, abandonado a la rutina, el ruidito del agua al salir la pala, y la vista puesta en algún lugar imaginario para no perder la línea. Allí no hay zánganos con la caña de pescar - o por lo menos los tienes lejos - dando por culo y mirándote como si les espantaras los barbos o las pocas truchas con sabor a tierra de la zona.

Tengo un remo para reparar que era una caña, de fibra de carbono, como si fuera de los buenos, ligero y con unos refuerzos de aluminio. Cualquier día le meto, de una puñetera vez, una tarde para poder volver a utilizarlo.



Me pongo bucólico pensando en aquellas tardes de piragua, cachis.

Ahora en vez de alimentar los mosquitos de Barasona abastezco los del Villorrio, es lo que tienen los tiempos, los lugares cambian, pero las malas costumbres y las putadas no...


lunes, 28 de septiembre de 2009

La caja tonta, el puto país, y sus habitantes.

Una de las cosas más interesantes que me han pasado en estos últimos años ha sido dejar de ver televisión. En algunos breves momentos la veo; al comer o cenar, pero muy poco. Cuando subo a las montañas, es cierto, sucumbo a la tentación del sofá y allí delante está ella, la televisión.

Este finde me he quedado un "rato" enganchado y allí zapineando entre las pocas cadenas disponibles en las montañas, he alucinado de lo mal que está, este, nuestro puto país. Da verguenza, pena y asco, en nosequeorden, ver a toda esa banda de políticos - de todos los partidos - barfullar, cuales verduleras o carreteros, barbaridades de sus contrarios.

Como no veía solución posible a todo aquello que veía, me pasé a una película con el fin de dormitar, como buen habitante de este país, para olvidar aquel mal sueño.

Llegó el domingo, se acabó el finde, y bajaba yo tranquilamente. Llovía a chuzos, y al pasar por la villa de Campo me acordé de la madre del contratista y de la madre del delegado de carreteras, al pasar junto a las zanjas abiertas, cubiertas de agua, y parar en un semaforo que se ha pegado todo el verano "ordenando" el trafico por semejante desvarío de obra. Para urbanizar la travesia de dicha villa se han pegado una cantidad indeterminada de tiempo dando por culo a todo aquel que ha tenido la desgracia de pasar por aquellos andurriales.

¿ Es normal un país que tiene en una carretera de acceso a sus zonas turísticas una obra a medio empezar, todo el verano, llena de agujeros peligrosos, semáforo y zanjas abiertas ?, eso en un pueblo turístico lleno de más zanjas a medio llenar, hierros, etc. ¿ En otros paises pasa eso ?.

Entre tanta emoción me acordaba del puente de Murillo que una barranquera ha dejado totalmente descojonado tras unas lluvias este verano. Está bastante afectado y Quique, el guía del rafting, me decía que están discutiendo quien es el culpable y quien debe repararlo.

Intenté fijar en mi memoria aquella imágen, porsi en un conato de organización llegan tarde a la reparación y se cae el puente en alguna lluvia de este otoño. Y pensaba en otros casos similares en la Ribagorza, en el comienzo del siglo XX, y me estremecí. Aquel puente de Graus, aquella peña que se caía " amenazando de muerte a sus habitantes ", y los retrasos que tuvieron las reparaciones y eso que eran otros tiempos.

En el viaje, entre tanta agua, se me humedeció un poco la masa cerebral y - "pensando" - llegué a algunas conclusiones que, lamentablemente, son validas para los comienzos del siglo XX y para ahora.

Dudas que pretendo aclarar y responder: Esté conjunto de peña y ciudades que - creo - se llamaba España, ¿ Es un país ?, ¿ Y sus habitantes, se lo merecen ?, Describe con dos palabras este país.

Axioma 1: " Este país, no es tal, es una casa de putas y tenemos multitud de señoras y señoritas - leáse políticos - [ y que me perdonen las meretrices por poner tan manida comparación ]"

Axioma 2: " Los habitantes, de dicho país - en su inmensa mayoría - no hacen nada por mejorarlo, tiran cada uno para su lado, siguen haciendo los mismos errores históricos, y siguen pasando completamente de todo. Y como tampoco expresan su desacuerdo de la situación, ni denuncian los problemas son, por ello, colaboradores, partícipes y responsables de lo que ocurre en su supuesto país. Por lo que no tienen consciencia de país y se debería chapar - el país - y emigrar a algún otro . [ El que encuentre uno tranquilo que avise ] "

Axioma 3: Los habitantes de este país de m. se lo merecen.

Axioma 4: " Este país, ni es país, ni es nada, es una m. [ y una casa de putas ]"

P.D.

Quiero que abran un ministerio - puestos - de la Apostasia. Quiero - además - una delegación en el villorrio, ya vale de viajes. Me quiero borrar de este puto país, que me manden los papeles en cuanto los tengan, esto es una verguenza.


domingo, 20 de septiembre de 2009

La Bretaña ( I )


Que en Normandía y la Bretaña se está de coña en verano no es ninguna novedad. Los que tenemos el termostato pelín descojonado y en verano lo pasamos fatal, allí podemos estar de p.m. a cualquier hora del día, se nos rebaja levemente nuestra mala hostia, ¡ y tan felices !.

Como ya dije alguna vez, espero jubilarme, y también espero hacerlo en algún lugar que en verano pueda estar como una persona, sin sudar como un cerdito, pueda trabajar - en el caso de que me queden ganas -, etc...

La Bretaña es un poco más turística que La Normandía, hay más barquitos, se come igualmente de coña, puede que incluso más barato, y ahora con la rebaja del iva en los restaurantes galos, la diferencia - si no bebieramos vino - sería muy pequeña e incluso ventajosa para nuestra economía.

Hay multitud pueblecitos que recorrimos - gracias a la inestimable ayuda de pullmantur - y conservan todo el encanto del medievo, las aldeas galas, el ambiente pescador, y un aroma a mar que tira para atrás a cualquiera. Vamos para no volver a este p.p.

Auray, el pueblo que aparece en la panorámica, es un buen ejemplo de lo que estoy dicendo y el silencio que se respira permite pasear por sus calles y murallas con tranquilidad.


Vannes era nuestra ciudad de referencia y allí fuimos a buscar a Domi, que venía a pasar un finde con nosotros. El TGV en el que vino era un pedazo de tren descomunal, mucho más alto que el AVE, y con parada en Vannes que es un pueblo relativamente pequeño - como en España -. El TGV es más viejo que el AVE pero tiene una planta que impone.


Vannes es una ciudad con muchos servicios - de un tamaño parecido a Huesca -, músicos ambulantes, unos edificios interesantes con las estructuras de madera - maisons á colombages -, y también un pequeño jardín junto a las murallas que merece la pena recorrer y disfrutar de sus flores y su paz. En su escudo aparece un armiño blanco, y la historia-leyenda, de porque aparece allí, es muy curiosa La bandera de Bretaña está llena de armiños, pero sólo sus pieles...


En medio de la ciudad hacen un mercado con todo tipo de mercancias, y mogollón de peña. Me gustaron mucho los puestos de flores, le dan un colorido muy alegre a todo.

Morbihan es el nombre del departamento donde estábamos, es un golfo lleno de islitas, rías y multitud de criaderos de ostras. Fer buscó una casa en el canto de una ría, junto a la balsa de un molino de marea - de eso nos enteramos más tarde -, en un lugar increible, en medio de los menhires, las piedras y junto a un pueblecito muy agradable, Trinité-sur-mer, donde cenabamos y paseabamos junto al puerto deportivo.

Allí tienen una afición a la navegación increible y está todo lleno de puertos deportivos y grandes catamaranes con sus palos de fibra de carbono. En Trinité había varios de unas dimensiones muy exageradas, al final del puerto, que se veían desde todos los lugares.

lunes, 7 de septiembre de 2009

La Palma, la isla bonita ( y IV )


Siguendo con el relato abandonado, una vez terminado el curso escolar, continuo para ver si puedo acabar de contar mi viaje...

Al día siguiente me planteé ir al sur de la isla para ver los volcanes y conocer otro habitat y otra parte de ella. Los autobuses permiten acercarse a cualquier parte por un precio razonable. Me di cuenta al llegar allí que la ruta era en bajada y aunque duraba dos horas y media parecia razonable.


Desde Fuencaliente bajas por el medio del pueblo hasta el centro de visitantes y allí puedes entrar en el volcán de San Antonio previo pago de tres euros y medio. En su cima – agradable paseo – se divisa más abajo el Volcán Teleguía y los faros en la costa que son el destino de la excursión. Estas sendas son puercas, hasta decir basta, porque están cubiertas de guijarros – picón - y polvo dellos. Es un agradable paseo por laderas de escorias sembradas de plantas crasas y piedras.



El Teneguía – última erupción en 1971 – es un caos de rios de lava solidificados y montones de piedras multicolores. Subí hasta la cumbre y allí pude llegar por su cordal hasta el final del mismo donde una brigada recuperaba la senda para cerrarla al público. Una buena bajada me separaba de los faros y fui acelerando porque tenía que coger una guagua para subir.



No había prácticamente gente en la senda y fui tirando fotogramas como un poseso – el lugar se prestaba - . Unos montones de piedras más abajo llegué a la carretera y me percaté de lo ajustado de mi horario y comencé a acelerar un pelín hasta que se me fue la pinza al cruzarme en una paella al autobús que debía recogerme más abajo.


Llegué al mismo tiempo que la guagua pero me fue más justo… Los conductores de guaguas son una especie de Fernando Alonso local que a toda velocidad toman las paellas franqueadas de plataneros como si subieran con la bicicleta del señor José y no llevasen a mortales con ellos. Aunque ese conductor era bastante moderado en comparación al que me tocó en el siguiente trayecto. Se juntaron un versador – curioso personaje que improvisa versos con palabras que les sugieres y son típicos de la zona – y un conductor harto de lo mundano y lo divino. Yo como no tenía puñetera faena- y no suelo hablar - me acoplé a la conversación y allí hicimos unas risas.

Sorprendentemente llegué puntual a la inauguración del curso, porque esto iba de un curso: " Introducción a la Astronomía desde un lugar único: la isla de La Palma", - no nos olvidemos -.

Una vista de la constelación de Escorpio - completa - dificilmente visible desde la península...

En los cursos de verano de La Uned, como en los de cualquier universidad, se encuentra uno a todo tipo de gente, pero todos interesados en aprender y en divertirse. La variedad de personas es increible - estoy hasta yo -; azafatas, jardineros, psicólogos, parados, nacionalistas, y un largo etc. Resultan extremadamente interesantes y juntos se pueden hacer curiosos y heterogeneos grupos.

La representación de Aragón estaba formada por tres personas: Jesús, Bea y un servidor. Una simpática pareja con la que estuve probando las cervezas de la zona. También había dos fichajes: Jaime y Jóse con los que compartí varias noches de psicoanálisis matrimonial. Especialmente con Jóse con el que coincidí en el hotel, en comidas y una mañana incluso corriendo. El m. tenía una habitación de escándalo y allí nos hicimos un día una chupiparty viendo el mar.

Con el curso estuvimos una noche de observación y un día de visita en el Roque de los Muchachos. Allí el gerente del observatorio nos enseñó las instalaciones y nos explicó las excelencias del lugar y de sus trastes.



El Roque - dedicado mayormente a la observación nocturna - tiene dos telescopios curiosos: "los magic" dedicados a los rayos gamma.



De allí subimos hacia el Liverpool, el mayor telescopio del mundo robotizado. A su lado tiene el Mercator - de la universidad de Lovaina - más sencillo por ser particular pero muy interesante por ser unas instalaciones más humanas.



El siguiente que visitamos fue el William Hershel, uno de los mayores telescopios del mundo hasta que montaron los Kers. Se puso en servicio a finales de los 80 y se ve un poco gastado, pero es un pedazo de talabarte con una horquilla que quita el hipo.





El último era "el mejor"; el GTC o Gran telescopio de Canarias. La cúpula gigantesca, la más brillante del observatorio, llama la atención en un extremo de semejante parque de telescopios. Una vez dentro sus 11,35 metros ( 10,5 efectivos ) no dejan a nadie indiferente. Su estructura es más sencilla que el Herschel y parece débil para el montón de toneladas, pero su movimiento es sorprendentement suave en los dos ejes. Subidos a la plataforma nos dieron un breve paseo con él viendo como sube y baja. Todo el mundo está alucinado. El espejo secundario es de berilio y su forma es endiabladamente complicada para poder aprovechar la forma segmentada del primario.



100 mill. de euros vale la broma del GTC, y algunos viajeros del autobús no lo tenían muy claro. Esas dudas - debo haber sobrepasado ciertos escalones - ya no me dicen nada y aunque me enrollo como las persianas, intentar comparar el tema con las ayudas a otros aspectos me parecen peregrino. Creo que no vale la pena calentarse los cascos...

El secundario de Berilio...

La noche del viernes nos llevaron los compañeros palmeros a probar los mojitos de la zona de marcha y estuvo muy bien. Allí la gente suele ponerse en la calle y hablar, el ambiente es tranquilo y muy agradable como todo en Santa Cruz. La velocidad a la que viven allí - la calidad de vida - es francamente envidiable.

Un recuerdo de los Awaras ?

Desenlace:

Sudoroso tras una “carrerilla” rumbo al aeropuerto y con un retraso en el vuelo, descanso ahora viendo como cruza la única pista del aeropuerto un avión de hélices que acaba de aterrizar. Estaba tan cojonudamente tranquilo en “ La Floridita “ bebiendome una dorada que no me he percatado del tiempo. Encima le he pedido algo rápido de comer – suerte – y me ha preparado un trozo de queso a la plancha con mojo verde que estaba increíble y me he aplicado una cañita. Como el estrés no es bueno le he pedido un chupito de ron añejo, por aquello de facilitar la digestión y hacer más llevadero todo.

En el aeropuerto me han dicho que tenía que haber embarcado cinco minutos antes y suerte que no estaba lleno porque sino me quedo en tierra. He tenido siempre una suerte razonable con los viajes y sólo he perdido un AVE, aunque la carrera a toda velocidad por Sevilla mereció casi perderlo porque alucinamos - a toda hostia - como quinceañeros con aquel taxista.

Estos días del curso no he podido escribir porque estaba con el interesante y heterogeneo grupo de alumnos conociendo las excelencias de Santa Cruz de La Palma. Hasta ayer no tuve casi un rato libre. Ha sido una semana intensa en todos los sentidos: cultural, culinaria y turistica – mente hablando.

La isla de La Palma es un destino muy recomendable y volveré a terminar de recorrer los muchos rincones que me faltan. Me faltaba hablar del interés tecnológico, que hoy no he podido satisfacer – en forma del puente de Los Sauces - por una falta de tiempo evidente y una mala conexión de guaguas.

Después de un buen vuelo, llegar a Atocha, coger el AVE - iba hasta el culo - y llegar a Lérida, he puesto el culo en casa a salvo y sin incidencias - que visto el mogollón de parejitas que venían de la semana de orgullo gay en el foro era para cuidarlo -.

Para repetir cuando se quiera...