Hoy Jueves 24 estaban, de manera gratuita, en la plaza de la iglesia - junto a la plaza mayor - esta pareja de enamorados de las canciones populares francesas.
Hoy me he levantado pronto de manera intempestiva - he empezado más borde de lo normal el día - , el calor, y que el altismo no fue demasiado generoso a la hora de ponerme neuronas, he pensado - ¿? - que no dejarían hacer fotos - y voy BURRO de mí - y no me subo la cámara. ( no voy a decir nada más ).
Había sobre 150 personas - a ojo -, sentadas en el cesped, los muros de piedra e incluso en los bancos. Estaban Jean, Evelyne y un señor que traducía lo que querían. El ambiente era muy agradable, y a excepción de algún maleducado que transitaba por la calle y no guardaba el lógico silencio, todo era idílico. Un agradable ambiente.
Es increible lo que puede hacer una voz humana "tenor" - Evelyne - , un bajo - Jean - y su cornamusa - una gaita -, en este caso francesa; La diferencia que tiene - a mi inexperta opinión - es que el aire lo produce un fuelle que se pone en el sobaco con una cinta.
Evelyne conserva una bonita voz, y ha cantado sobre todo historias de amor, algunas picantonas, que aderezadas con las introducciones traducidas, y sus propias explicaciones, daban un aire festivo a todo.
En una canción nos ha hecho cantar en francés - lalalala la la la -, y en otras han salido varias personas a bailar. Aunque en general la peña estaba bastante paradilla.
De las que conozco sólo he podido reconocer: Mon père a trois jolis bateaux. Aunque el repertorio era muy interesante y agradable. Lástima que no han tocado alguna de mis preferidas, pero una hora no da para muchos excesos.
Hoy me he levantado pronto de manera intempestiva - he empezado más borde de lo normal el día - , el calor, y que el altismo no fue demasiado generoso a la hora de ponerme neuronas, he pensado - ¿? - que no dejarían hacer fotos - y voy BURRO de mí - y no me subo la cámara. ( no voy a decir nada más ).
Había sobre 150 personas - a ojo -, sentadas en el cesped, los muros de piedra e incluso en los bancos. Estaban Jean, Evelyne y un señor que traducía lo que querían. El ambiente era muy agradable, y a excepción de algún maleducado que transitaba por la calle y no guardaba el lógico silencio, todo era idílico. Un agradable ambiente.
Es increible lo que puede hacer una voz humana "tenor" - Evelyne - , un bajo - Jean - y su cornamusa - una gaita -, en este caso francesa; La diferencia que tiene - a mi inexperta opinión - es que el aire lo produce un fuelle que se pone en el sobaco con una cinta.
Evelyne conserva una bonita voz, y ha cantado sobre todo historias de amor, algunas picantonas, que aderezadas con las introducciones traducidas, y sus propias explicaciones, daban un aire festivo a todo.
En una canción nos ha hecho cantar en francés - lalalala la la la -, y en otras han salido varias personas a bailar. Aunque en general la peña estaba bastante paradilla.
De las que conozco sólo he podido reconocer: Mon père a trois jolis bateaux. Aunque el repertorio era muy interesante y agradable. Lástima que no han tocado alguna de mis preferidas, pero una hora no da para muchos excesos.
Es una pareja muy agradable, profesional y próxima. Lo que hace- como decían ellos - todo muy sencillo.
La vida resumida en una canción, o en varias...
La vida resumida en una canción, o en varias...
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