El Sol que se apagó...

" ¿ Qué será esta alegría del primer sol ? ¿ Por qué esta luz caida sobre la tierra nos llena así de la dulzura de vivir ? El cielo está todo azul, la campiña toda verde, las casas todas blancas; y nuestros ojos embelesados beben esos colores vivos a los que convierten en júbilo para nuestras almas. Y nos entran ganas de bailar, ganas de correr, ganas de cantar, una dichosa ligereza del pensamiento, una especie de ternura por todo; quisieramos abrazar al sol. ". ( 1 )

El Sol, efímero periódico que se editó en los 80, secuela de un rotativo de principios de siglo XX - al margen de sus ideas políticas - tuvo una idealista, ingeniosa y meritoria idea:
La idea: regalar un libro cada día con el periódico.
El resultado: la inundación de nuestras casas de rústicos ejemplares de la literatura española e internacional.

Con su novedoso punto de vista rompió moldes, iniciando una estrategia que luego muchos han copiado, inundando nuestros hogares con basuras varias. Los que tuvimos la suerte de vivirlo, la mayoría tenemos nuestras casas llenas de infames ediciones - cartoné de novena categoría - de toda suerte de clásicos, a un precio de risa. Gracias a esta idea muchas personas leyeron - lo cual no es poco -, y descubrieron a un variopinto elenco de escritores.

Afortunadamente yo soy una de esas personas que descubrió a multitud de escritores, entre los que destacaría a Guy de Maupassant; un cuentista, francés para más señas, que con sus relatos - impregnados con el aroma del almidón y el estiramiento parisino / victoriano de la época - nos recreaba intrépidas historias de personajes variopintos; un cuentista al fin y al cabo. Quizás la suerte de haber nacido en Dieppe o en cualquier lugar de esa maravillosa costa Normanda - no se sabe el lugar exacto -, le inspiró y sacó lo mejor de si mismo.

Cada vez que releo alguno de aquellos libros, me acuerdo de aquella curiosa idea que tuvieron - sorprendente para este país casposo y poco dado al agradecimiento intelectual - que los llevó - evidentemente - a la ruina. Curiosos y románticos personajes los directivos de El Sol que pretendían vender más periódicos apelando a la furia de los lectores españoles.

Pero como todo en esta vida; ahí está, y esos retazos de la literatura que cada día inundaron nuestras vidas, descansan en nuestras bibliotecas para recuerdo y homenaje de tan buena idea. Sería de bien nacidos que hicieramos un brindis a " El Sol ", dando gracias, por la oportunidad de leer esos versos fruto del ingenio de Guy de Maupassant.

Pagina de un verdadero currante que ha recopilado casi todo lo referente a Guy de Maupassant.

( 1 ) Maupassant, Guy de. Las joyas. Biblioteca de El Sol, nº 251, s.l., 1992. Primer párrafo del cuento " El ciego ", p. 89.