lunes, 1 de junio de 2009

Sorolla y La Bella durmiente en el Prado ( Madrid )

Saqué la entrada por internet para evitar colas y mogollones, pero fue inútil; la exposición estaba a reventar. El resto del museo también estaba a reventar y no me extraña, porque fuera hacía un calor del copón santísimo.

Llegué pronto, pero el mogollón estaba garantizado. Todos como hienas esperando en la puerta de las grandes rebajas, así estábamos viendo levemente algunas de las maravillas de JSB. El S no era un santo de mi devoción, pero una visita a su Casa Museo de Madrid cambió mi opinión. El ambiente que se respira allí emociona a todo aquel que lo visita en la tranquilidad de su jardín y de sus estancias. Parece que JSB haya salido a tomar una cerveza y en cualquier momento aparezca por alguna puerta a saludarnos. El taller está prácticamente intacto; los lienzos en sus bastidores, un libro abierto en una mesa...Su visita no es recomendable; Es obligatoria !. Si vas un domingo - además - es gratis.

Volviendo al tema que nos ocupa, que me pierdo más que una 10-11, la exposición de Sorolla es muy recomendable - como todas las temporales - y alberga obras dificilmente visibles - como todas las temporales - y el catálogo es un auténtico estudio de la obra de Sorolla y es muy interesante - como todas las temporales -. ¿ Me repito mucho ?.



El retrato de la bella mujer de JSB, Clotilde - Cloti como la llamaba él -, preside una sala con su traje negro, su pelo recogido y su esbelta figura perfilada por la amable mirada de su marido que le dedicó cada cuadro y cada momento de su vida. Todo aquel que pasa por delante queda cautivado y un banco - acertadamente colocado - le permite sentarse a admirar semejante obra.
[ Nota: estaba mirando el catálogo y he visto una fotografía de Christian Frantzen que le hizo a JSB pintando el cuadro y ! Clotilde tenía esa cintura !. ]

Tres salas albergan la exposición, una el piso 0 y dos en el 1. La primera es la obra general y las dos superiores; una los cuadros de la Hispanic Society y la otra los paisajes. Sorprendentemente los cuadros de la HSoA, separados, y restaurados, me han gustado. Quizás en su ubicación original, todos juntos, en alto, resulten casi hasta agobiantes. Incluso la forma de abordar cada comunidad autónoma, a día de hoy, me ha parecido menos etnológica. Quizá esté menos crítico - ¿? - o quizás la veo con otros ojos...


He subido al claustro de los Jerónimos - desmontado piedra a piedra en la reforma de Moneo - y me ha gustado. El museo, con la reforma, ha ganado luz, se ha abierto al exterior; ha rejuvecido. Ahora el ala Villanueva - lo de siempre - ha quedado obsoleta. La acumulación de obras es manifiesta y resulta pequeño para semejante elenco. Por algunos ventanales se ve la parte nueva y su imagen ágil contrasta con los ventanales cerrados a cal y canto del lado del paseo del Prado.



He recorrido, paseando, varias salas a vuelapluma hasta la exposición "La bella durmiente". Esta muestra de obras del Museo de Arte de Ponce ( Puerto Rico ) duraba hasta el 31 de Mayo, pero -creo- la han ampliado hasta el 21 de junio (comprobar). Es una pincelada por las obras de Hunt, Rosetti y Millais y como me dijo Fer - son 10 pinturas y 7 dibujos -, pero si te gusta la pintura inglesa, y los pre-rafaelitas, no te la puedes perder. El " Sol ardiente de junio ", con su horizonte luminoso, el mar refulgiendo, llena los corazones y el espíritu con esa placidez y relajación que exuda el cuadro. La bella joven en una postura casi de yoga transmite una paz que es contagiosa. Lástima que yo tenía las piernas cansadas de tanto rodar por el museo y más que paz me transmitía sed...

William Hollman Hunt, La señorita Gladys M. Holman Hunt, 1893, imágenes del País electrónico.

El retrato de la hija de Hunt, Gladys, con su hiperrealismo - habitual en los pre-rafaelitas - también es una obra muy llamativa. El cocho, a mí gusto, es postizo y no me acaba de casar. Me recuerda a uno de un cuadro de Millais. Leí en algún lado que una raza de cochos en los cuadros significaban felicidad, lo que no se si vale para todas las razas. El cuadro de Rosetti tampoco era demasiado de mi gusto. R es complicado, a veces – salvando las distancias – me recuerda a Julio Romero de Torres y me cansa, porque es monocromático representando a su musa. Algunas visiones, después de tantos cuadros de señoras, acaban haciéndose pesadas. El detalle preparatorio del cuadro de Hunt - un escudo - con sus colores me ha cautivado, máxime cuando he apreciado el reflejo de los cuerpos de unas mujeres en su parte más metálica. Interesantes estudios para un cuadro que no me ha gustado demasiado.

El sitio de Ostende por Pieter Snayers, de Wikipedia Commons ( para ver más imágenes del fulano )

No podía entrar en el Prado sin pasar a ver a Van der Weyden y su descendimiento - para mí el cuadro más bello de todo el museo - y dar una vuelta por Memling, Fra Angelico, y todos los flamencos. He descubierto un cuadro que me ha gustado sobremanera por su diferente y casi topográfica visión de un campo de batalla; se trata del Asedio de Aires-sur-la-Lys de Peeter Snayers, un espléndido pintor de batallas - mala faena -. El cuadro tiene una luz increíble - está recientemente restaurado - , y quizás también sea la que ha aportado la ampliación de Moneo que ha iluminado ciertos cuadros que estaban en el olvido de los sótanos...

No he encontrado una imagen del cuadro, pero vale la pena.

Mi cuerpo necesitaba reponer fuerzas, liquidos y sentarse en un lugar plano y fresco - si era posible -. El granito madrileño de la entrada ha proporcionado un descanso reparador - a la sombra - hasta que he cogido fuelle. Las piernas se me ponen duras – muy duras - de pasear a esas velocidades; debe ser la falta de costumbre de ir de tiendas. Los árboles del Paseo del Prado - castigo gitano al que corte uno - amortiguaron levemente mi tránsito hasta la calle de las Huertas. El recorrido por aquellas costeras soleadas ha sido realmente duro, suerte que unos metros más arriba se divisaban unos templos, de la cerveza y las tostadas, y allí he podido guarecerme. Después de sombra en sombra me he ido a pegar una siesta reparadora porque en la calle no se podía estar...

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