domingo, 31 de mayo de 2009

Un cursillo, un templo egipcio y el ICAI / El Foro

Imagen del templo de Debod sacada de la Wikipedia.

Desembarcar desde las provincias en Madrid es una experiencia. Lo digo desde un punto de vista crítico, no desde la visión pueblerina clásica. Mirar con los ojos de una persona desconocedora, novel, ingenua, da un punto de vista diferente, nuevo, fresco y lo que más me interesa a mí: divertido.

Madrid con el Ave en Huesca ya no es lo que era, no nos engañemos, cualquier campuzo como yo con un puñado de euros, pone su culo en el foro en un plis-plas. El "romanticismo" de pegarse x horas por aquella cansina N-II se ha perdido, ahora cualquier mortal - especialmente nuestros subvencionados diputados - pone rápidamente sus posaderas en la capital del reino. Es lo que tienen las subvenciones patrias.

Llegué un jueves, tenía un cursillo - que buena excusa - y antes de nada deje los trastes en el hotel y me fui raudo y veloz a las Huertas, clásico que es uno, y lo vi apagado - la crisis - aunque buscando nuevos garitos encontré uno. La visión - cerveza en mano - de una banda de abogados recién escudillados, con sus carpetas o carpetones, perdidos tras sus jefes mirando a todos lados, me provocó una sensación de estar en medio de alguna operación comercial o algún negocio fraudulento - por lo menos -; Romántico que es uno y ha visto muchas películas.

En el foro hace calor como en el villorrio, o más, y abandonados en el ático de un hotel - en una antigua piscina - cual pececitos abrasados por la parrilla de un restaurante - desgraciados - abriendo la boca en busca del líquido elemento me acordaba de la madre del personaje de Nikon - los fulanos del cursillo - que había contratado semejante horno crematorio.
Además el cursillo no respondió demasiado a mis esperanzas - cachis - . Sorteaban una impresora y un programa informático y no me tocó. Aunque pensándolo bien si me llega a tocar la impresora hubiera parecido el repartidor de Seur, porque impresora no se si llevaba, pero caja…


Vista de la ubicación del templo de Debod en el solar del antiguo cuartel de la Montaña sacada de Google Earth.

Para compensar me fui desbocado a tomar líquido elemento para reponer todos los electrólitos perdidos. Pensaba correr y una vez en el hotel, tumbado a la bartola, tuve varias crisis de fe bastante acentuadas. Al final salió mi vena masoquista y me fui, Gran Vía a toda vela, ataviado para el deporte. Había visto en el mapa la cercanía del templo egipcio y de varios parques e incluso de la casa de Campo. Como uno tiene un cierto aprecio a su culo, decidí hacer un recorrido clásico, y viajar a través de los paraísos cercanos y hacer turismo.

Correr permite tener una visión diferente y muy interesante de las ciudades que visitas y se presentan a tus ojos de una manera distinta. El templo de Debod es un lugar muy relajante al atardecer y la visión de los bosques cercanos proporciona una placidez envidiable. Madrid tiene una superficie verde muy grande en su centro, El jardín botánico, los múltiples parques de la montaña, la casa de Campo. Lo único que sus lomas dificultan un poco la tarea de correr, sobre todo cuando no tienes ni puta idea de donde estas, y cansa más. ¿ Pero no habíamos venido para hacer deporte ?.

En un momento dado pasé por el metro de Moncloa y pensé acercarme a saludar, pero me lo replanteé y seguí corriendo. Me gustó mucho el recorrido y a la vuelta volví otra vez al templo egipcio. La vista es espectacular, la ciudad desde un lateral - me recordaba a Pau - todo verde y gente sentada disfrutando de la tranquilidad.

Como había abierto un poco el apetito me fui a un wok. No había probado nunca la comida preparada así y la experiencia fue "picante". Me recordó una vez que fuimos a un Thai y las salsas eran guerrilleras, nos bebimos hasta el agua de los floreros...Pero me gustó.


El viernes tocaba cultura. Princesa arriba llegué al ICAI - por error al intentar llegar al Conde Duque - , y un cartel anunciaba su 100 aniversario, y me introduje a visitar la supuesta exposición; un amable vigilante me comentó que no existía ninguna exposición pero los pasillos albergaban una colección de fotografías sobre dicho centenario. Recorrí cual colegial los pasillos donde antaño se pasearan ilustres jesuitas como Pérez del Pulgar -electricista de pro - y otros muchos que fueron expulsados - ingratitud patria- en los primeros años del siglo XX por segunda vez en la historia de este p. p. . Actualmente el ICAI ha trocado su nombre por la Universidad de Comillas y en sus vitrinas muestra increíbles ejemplos de la impecable formación que han dispensado en estos años. ¿ Porqué los mejores colegios técnicos son los regidos por las órdenes religiosas ?. Miraba perplejo – y positivamente envidioso - las instalaciones y los equipamientos cuando mis tripas se acordaron de los deberes básicos.

José Agustín Pérez del Pulgar, S.J., Fundador del ICAI. Sacado de la web de la Univ. de Comillas

Cuando, bocadillo en ristre, analizaba el paseo por el ICAI estaba pensando en las obligaciones que debe tener una persona en su vida y las posibilidades que les habían proporcionado los jesuitas – con sus condiciones – facilitándoles su formación. Todo ello me ha llevado a acordarme de una frase del actual Ministro de Educación que decía algo así: " las obligaciones y el esfuerzo son una cuestión de la izquierda". He estado intentando racionalizarlo y todavía estoy en ello. Quizás me pase como a él cuando le preguntaron si era "persona" un feto de no se cuantas semanas y contestó que era una tarea ardua y debía pensarlo. Pero ese es otro barcero…

El antiguo cuartel del Conde Duque en la calle del mismo nombre alberga la Hemeroteca municipal de Madrid, y otros rincones donde hay bibliotecas, museos, etc. Las actuales obras en la mitad del edificio muestran un construcción soberbia, llena de arcos de ladrillo, de unas dimensiones espectaculares y con una entrada digna más que del Conde Duque, del propio Rey. Todo en el foro despierta mi curiosidad y me demuestra la grandeza de este p. p. que ha podido soportar el sangrado de toda suerte de sanguijuelas a través de los años; las "familias", los políticos, los militares y sus putas madres.

Pedazo de chamizo el Cuartel del Conde Duque...

Ahora me explico - ingenuo que sigue siendo uno - porque este p. p. tenía los barcos más asquerosos de toda Europa a principios del siglo XX. Se lo gastaban todo en mantener rancias instituciones llenas de funcionarios, bedeles, e insectos varios, que con su ineptitud ralentizaban la pesada burocracia patria. En un rincón la reina - la isabelita II - buscaba algún fulano de buen ver para tirarselo y mientras tanto en los palacios repartian todos los bienes y algún valido de la época organizaba todo, según su beneficio.



Cada vez que vengo intento suplir mi carencia de Teatro asistiendo a alguna obra, y esta vez he acertado; me he reído. Es difícil elegir una obra divertida - paso de putos dramas - donde partirse un poco el pecho. Aprovechando que me caía cerca he sacado una entrada en el Teatro Rialto de " viernes infiel " y me he ido a cenar - las labores primarias son lo que son -. La obra se titulaba " Se infiel y no mires con quien ", y estaba plagada de actores de series de la televisión. ¡ Me lo he pasado bomba ¡.

La Gran Vía le tendrían que cambiar el nombre y llamarla "Gran Lupanar". La calle de la Montera a cualquier hora del día lo es, pero la Gran Vía lleva camino de serlo. Chicas de todos los colores y sabores a todas horas,... sirvase...
A la salida del teatro, como en cualquier semáforo, un fulano con cara de no ser de este país, me dice dándome una tarjeta: " Chicas guapas, jóvenes, ...", me lo miro y le digo: "no, gracias". Y se me mira serio y me dice: " no son gordas". Me ha entrado la risa floja - salia del teatro - y me he estado descojonando un rato – básico que es uno -. Parecía un extracto de un relato de García Pavón o incluso de Sénder; el humor hispano castizo y alegre, ! el más dicharachero de Barrio Sésamo !


Luego me ha entrado sed y me he acercado a un garito en la calle del Conde Duque que me ha gustado al pasar y allí me he aplicado un mojito. Hay una plazoleta - Cristino Martos - con un ambiente muy agradable. Allí preparan cócteles y los camareros ambientan con sus preparados la noche. Para repetir.

Las calles próximas a la Gran Vía tienen multitud de garitos que viven ajenos a los guiris que pasean buscando monumentos y museos, como en dos vidas paralelas al más puro estilo de Plutarco - con sus virtudes/defectos - , y nos muestran la vida real, los madrileños de a pie en sus noches locas como cualquier mortal de este sacrosanto p. p.

Ahora sigue haciendo calor en la capital del reino y me voy al sobre a ver si duermo un poco, que mañana toca más cultura.

2 comentarios:

Ana dijo...

Ani-malada! Que de eventos! Veo que la capital te desborda, será mejor que vuelvas cuanto antes, porque si sigues así no sé que va a ser del Josan que conocemos...
Besos.

Josan me fecit dijo...

Pues no he terminado, ya hay más eventos...