
Suena irreverente -y probablemente lo sea- pero los muertos de Luarca tienen una vista antológica. Unos amables vecinos nos dijeron que un literato local había dedicado unos versos a dicho cementerio por su excepcional vista -no me extraña-. Allí descansa un Luarqués excepcional: Severo Ochoa y su mujer Carmen.
La mirada perpleja del querubín/angelito sorprendido domina desde lo alto del cementerio en unos nichos excavados bajo la carretera superior. Los grandes panteones de indianos sembrados por el verde central sorprenden por su majestuosidad. Bajamos por unas escaleras y a nuestra derecha podemos llegar al faro y disfrutar de una aérea vista.
Es 15 de agosto y el fervor por la virgen está desatado, los habitantes subidos a sus embarcaciones salen, escoltados por la impresionante embarcación de la Guardia Civil, a alta mar como procesión homenaje a los fallecidos en la mar.
Luarca es un bello pueblo marinero. Recogidos los barcos en su redondo puerto, coloristas, celebran sus fiestas, al son de Mariachis, musica tecno y plegarias por la virgen -país...-.
Nosotros, en lo alto, disfrutamos de la estética y caótica procesión. Las calles están abarrotadas de gente y el querubín sigue impertérrito -son muchos años de rodaje-. A su lado unos antiguos nichos están amenazados de desahucio -la belleza de sus lápidas y mármoles no es garantía de nada en este país-...las plazas de estancia en este bello cementerio están muy solicitadas...
Unas imágenes de este cementerio del blog orienteeterno.

La mirada perpleja del querubín/angelito sorprendido domina desde lo alto del cementerio en unos nichos excavados bajo la carretera superior. Los grandes panteones de indianos sembrados por el verde central sorprenden por su majestuosidad. Bajamos por unas escaleras y a nuestra derecha podemos llegar al faro y disfrutar de una aérea vista.

Es 15 de agosto y el fervor por la virgen está desatado, los habitantes subidos a sus embarcaciones salen, escoltados por la impresionante embarcación de la Guardia Civil, a alta mar como procesión homenaje a los fallecidos en la mar.

Luarca es un bello pueblo marinero. Recogidos los barcos en su redondo puerto, coloristas, celebran sus fiestas, al son de Mariachis, musica tecno y plegarias por la virgen -país...-.

Nosotros, en lo alto, disfrutamos de la estética y caótica procesión. Las calles están abarrotadas de gente y el querubín sigue impertérrito -son muchos años de rodaje-. A su lado unos antiguos nichos están amenazados de desahucio -la belleza de sus lápidas y mármoles no es garantía de nada en este país-...las plazas de estancia en este bello cementerio están muy solicitadas...
